La comarca de Debagoiena (Alto Deba) se sitúa al suroeste del Território Histórico de Gipuzkoa. La comarca del Debagoiena tiene una superficie de 348,22 km2, el 18,24% de la superficie de Gipuzkoa.
MUNICIPIO | HABITANTES (2010) | SUPERFICIE (km2) | ALTITUD NÚCLEO URBANO (m) |
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ANTZUOLA | 2.170 | 29,70 | 231 |
ARETXABALETA | 6.680 | 26,96 | 244 |
ARRASATE | 21.833 | 34,20 | 223 |
BERGARA | 14.625 | 77,05 | 143 |
ELGETA | 1.058 | 16,96 | 462 |
ESKORIATZA | 4.055 | 40,41 | 279 |
LEINTZ-GATZAGA | 258 | 14,72 | 458 |
OÑATI | 8.815 | 108,22 | 238 |
Fuente: Eustat
A continuación analizaremos la evolución que hemos tenido en la comarca:
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La evolución de los habitantes de la comarca se puede decir que en general ha sido bastante negativa, ya que, esta ha tenido una tendencia a la baja. Según los datos de Eustat, en 1981 nuestra comarca tenía alrededor de 67.136 habitantes; en 1991 65.109 habitantes; en 1996 63.562 habitantes; en 2001 62.010 habitantes; en 2006 60.954 habitantes; y en 2010 59.494 habitantes. |
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Según datos del Eustat, la evolución de los vascoparlantes de la comarca ha sido la siguiente: en 1981 34.808 habitantes vascoparlantes (51,85%); en 1991 33.808 habitantes vascoparlantes (51,93%); y en 2001 39.734 habitantes vascoparlantes (64,08%). Por lo tanto, la evolución ha sido positiva. Según datos del Eustat, la evolución de los castellanoparlantes de la comarca ha sido la siguiente: en 1981 21.924 habitantes castellanoparlantes (32,66%); en 1991 16.276 habitantes castellanoparlantes (%25); y en 2001 11.719 habitantes castellanoparlantes (18,90%). Por lo tanto, la evolución ha sido negativa. |
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Según datos del Eustat, la evolución de los sectores de la comarca ha sido la siguiente:
Fuente: Eustat Teniendo en cuenta los datos de la tabla se puede deducir lo siguiente: el sector más importante de la comarca es el segundo sector, ya que, es una comarca muy industrializada, situándose en ella la sede principal del cooperativismo. El primer sectro, en cambio, es muy debil. Del año 1996 al 2006 el segundo y el tercer sector han subido mientras que el primer sector ha bajado. En la época del desarrollo económico y en especial de la industrialización de la comarca, se han perdido muchas tierras para la agricultura y se han creado grandes desequilibrios. En consecuencia, se han puesto en peligro la continuación de muchas explotaciones y la conservación de un entorno rural vivo. No podemos olvidar la importancia del entorno rural. Ya que, en el nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra lengua, el euskera, están muy arraigados y el trabajo de los baserritarras es necesario para que nuestros pueblos avancen de forma equilibrada y sostenible. Además, el entorno rural se mantiene gracias al trabajo de la gente que vive en el, la gestión de la mayoría de los terrenos, el mantenimiento de la naturalez y el paisaje y nuestra cultura y arquitectura preciada hay que agradecerselos a ellos. El 80% de la superficie de nuestra comarca la gestionan los baserritarras. Es su trabajo cuidar del entorno rural y producir productos. Precisamente los productos que estimamos por ser nuestros y de calidad. Por desgracia, sin embargo, esa realidad no es muy conocida. Por todo ello, los baserritarras y las personas que viven y trabajan en el entorno rural son imprescindibles para que nuestros pueblos avancen de una manera equilibrada y sostenible, pero necesitan nuestra declaración, protección y ayuda para impulsar el entorno rural. |
Las fiestas de Basalde son el 3 de febrero, en el día de San Blas, pero la celebración se hace el siguiente fin de semana si es que el día de San Blas cae entre semana. Ese día se bendicen las hogazas de pan.
Goimendi se sitúa al sur de Angiozar, tomándo el entorno de Kanpazar. Aquí se sitúa la ermita de San Miguel de Goimendi. En Goimendi también se sitúan varios túmulos: túmba de la época megalítica Goinzari Zelai, túmulo Irutontorreta III, túmulo Lasartegain y túmulo Txanpaluarri.
Zabaletamendi se sitúa al oeste de Angiozar, hace frontera con Bizkaia. Aquí se sitúan la ermita de San Bartolome y el caserío Sagasta. Este último casi se sitúa en la muga de Bizkaia.
Pataitti o Partegoiti se sitúa al este de Angiozar. Aquí se sitúan la ermita de San Bizente y las casas solares de Altzuaran y Arbulu Orbe.
Asentziomendi se sitúa al norte de Angiozar y hace frontera con Asentzio (Elgeta). El único edificio que se sitúa aquí es el caserío Jauregi Etxetxo, ya que, la ermita de Asentzio esta situada en terrenos de Elgeta.
Marindao se sitúa al norte del núcleo de Angiozar, entre el núcleo de Angiozar y Asentziomendi. Aquí se sitúan la ermita de Elizamendi, la casa solar Irigoien Zabala y el caserío Irigoien Mazorriaga.
Oñati es la villa más monumental de Gipuzkoa, la de mayor extensión y una de las localidades más bellas. Todos los estilos arquitectónicos están presentes en este microcosmos, en el que brillan la Universidad de Sancti Spiritus y el santuario de Arantzazu.
Rodeada de montañas, Oñati fue durante siglos señorío independiente. Las luchas de los oñatiarras contra el poder de su señor se sucedieron en diversos momentos y hasta mediados del siglo XIX la villa no se uniría a Gipuzkoa, con la supresión de los derechos señoriales.
El aislamiento hizo de Oñati un microcosmos que todavía hoy sorprende al visitante, con la misteriosa procesión de máscaras y danza del Corpus Christi, tradición con más de cinco siglos de antigüedad, o con su destacado patrimonio monumental. La Universidad de Sancti Spiritus, foco de cultura desde el siglo XVI, es un sereno edificio renacentista en torno a un claustro. Es considerada una de las joyas de la arquitectura civil del renacimiento vasco, fue un proyecto del obispo Rodrigo Mercado de Zuazola, su fachada es elegante y señorial, en su interior destacan el claustro y el retablo plateresco de la capilla tallado por el escultor francés Pierres Picart. Atención a todos los mensajes que lanzan las esculturas de su portada. La parroquia gótica de San Miguel, el monasterio de Bidaurreta, los palacios de la plaza de Santa Marina y el Ayuntamiento rococó destacan en una estimulante población en que los aficionados al arte encontrarán ejemplos de todos los estilos arquitectónicos.
Por si el atractivo de Oñati, la tierra natal de un aventurero maldito, Lope de Aguirre, fuera poco, a nueve kilómetros de su casco urbano se levanta el santuario de Arantzazu. Lugar de devoción mariana, aúna un entorno natural sobrecogedor, al pie de la sierra de Aizkorri, con una obra colectiva de creadores de vanguardia, con aportaciones de Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, Lucio Muñoz o Néstor Basterretxea. Un lugar inolvidable.
El Camino Real se detenía en este recio burgo amurallado dedicado a la extracción de la sal.
El tiempo parece haberse detenido en este pequeño pueblo de los confines sudoccidentales de Gipuzkoa, con poco más de 250 habitantes y un pasado lleno de esplendor. Su burgo amurallado, en pendiente y con casas blasonadas, se remonta al siglo XVI, tras el incendio del anterior. En Gipuzkoa sólo otra localidad, Hondarribia, conserva sus murallas medievales. De las siete puertas que tuvo se conservan cinco, una de ellas con un llamativo escudo de Castilla. Y es que por Leintz-Gatzaga han pasado a lo largo de su historia no pocos reyes, especialmente a partir del siglo XVIII, cuando se convirtió en parada obligada del Camino Real que comunicaba la meseta con la costa guipuzcoana. La historia de Leintz-Gatzaga (Salinas de Léniz) está unida al trasiego de monarcas y, ya desde su nombre, al 'oro blanco', a la sal. Desde la Edad de Hierro hasta 1972, la población se dedicó a la extracción de sal mediante el hervido del agua procedente del manantial salino que brotaba a los pies del santuario de Dorleta. Un museo, el Gatz Museoa, muestra en la propia salina las técnicas utilizadas. A su lado, el santuario de Dorleta es otro de los puntos que visitar en Leintz-Gatzaga. Al foráneo le llamarán la atención los coloristas 'maillots' que se ven en su interior. Y es que la Virgen de Dorleta es la patrona mundial de los ciclistas.
"Todo Eskoriatza, un museo". Así se anuncia Eskoriatza, que pese a su reducida población combina el Museo de Ibarraundi con el sinfín de caseríos, ermitas, parroquias y espacios naturales de sus siete anteiglesias.
En el extremo sudoccidental de Gipuzkoa, entre Aretxabaleta y Leintz-Gatzaga, Eskoriatza tiene uno de sus atractivos en la sucesión de siete anteiglesias, siete pequeños barrios de caseríos rodeados de un entorno natural, que permiten acercarse tranquilamente al mundo rural guipuzcoano. Antiguamente, las anteiglesias eran independientes. De ahí que cada una mantenga hoy su propia personalidad y sus particulares focos de interés. Así, en Bolibar, ya inserta en el parque natural de Aizkorri, puede pasearse por Axtroki y Aitzorrotz o buscar los monumentos megalíticos de Kurutzebarri. En Apotzaga hay que visitar su cementerio circular. En Gellao se encuentra la parroquia románica de Nuestra Señora de la Ascensión. En Zarimutz pueden apreciarse los restos medievales de la antigua iglesia de San Pedro. Mazmela ofrece un molino de río y una ermita, la de San Bartolomé, con un sarcófago medieval. En Mendiola tenemos buenas vistas y la ermita de San Juan Txiki. En Marin, por último, el caserío Isasi destaca por su peculiar cocina de fuego central. Ya en el casco urbano, no hay que dejar de visitar el palacio de Ibarraundi, en el que se sitúa desde tiempos recientes el primitivo Museo Escuela de Eskoriatza, que repasa de un modo didáctico la evolución del hombre desde la prehistoria hasta la era digital.