Adosado a la Iglesia, se encuentra el austero pero singular Cementerio, reconstruido el año 1973. Preside el recinto un crucero recuperado de un antiguo Vía Crucis de San Josepe-Arrasate.
A ambos lados del pasillo central, se ordenan los diferentes enterramientos, con estelas discoidales en la cabecera.
Aquí no hay ostentosidad ni diferencias. Todo se desarrolla en régimen de igualdad, compartiendo los espacios de manera rotatoria.