El elemento más moderno parece ser la torre campanario de sillería de piedra arenisca, construida a mediados del siglo XVIII, concretamente en el año 1767, y que es obra del insigne arquitecto Manuel Martín Carrera. Además, también se puede observar la capilla de Andra Mari Zuri.
Templo rural de una sola nave dividida en dos tramos y ábside cuadrangular enmarcado por arco de medio punto, de estilo renacentista. En el altar mayor se venera una imagen de Santa Eulalia. El acceso se realiza a través de un arco de medio punto de sillería. Presenta un pórtico cerrado sobre el que se sitúa la casa cural. Conserva en uno de sus muros dos interesantes ventanas románicas. La torre, de planta cuadrangular, se sitúa a los pies de la iglesia.
Los dos tramos de la nave se cubren con sendas bóvedas de terceletes de madera armadas hacia 1560. La primera, casi cuadrada, es de veintiuna claves, con círculo en torno al polo y guarnición de conopios y pies de gallo en el sentido de la cruz. La segunda, más sencilla, se enriquece con rombos de lados cóncavos en cruz y dos pies de gallo en sentido transversal. Los arcos apoyan sobre ménsulas de vaso con dentículos, y esconden en los senos de la bóveda gruesos postes que soportan las cerchas de la cubierta y un abanico de puentes que arriostran las nervaduras. Las claves tienen ornamentación manierista de "putti" y animales fantásticos, un adorno culto de procedencia italiana, que para los maestros vascos de mediados del siglo XVI resultaba perfectamente compatible con la estructura gótica de una bóveda nervada.
La verdadera naturaleza del material constructivo -la madera- resulta muy dificil de percibir, debido a que al interior se oculta con un falso despiece de dovelas pintadas, y una figuración de nubes y cielos enmascarando la plementería. Tampoco en la cara superior de la bóveda, recubierta con una gruesa capa de mortero de cal, se aprecia la tablazón; sólo algunas desconchaduras permiten reconocer que está dispuesta a tope y va clavada sobre los nervios.
La pared absidal está amueblada con un retablo de estilo Barroco, rematado el 3 de Agosto 1755 bajo las órdenes del maestro Francisco de Echanove de Oñati. Ocupa la hornacina del cuerpo principal, la talla de madera policromada que representa a la mártir Santa Eulalia, cuya festividad se celebra el día 10 de Diciembre.