Ortu Zahar, muy cerca del paso señalado, es digno de tenerse en cuenta, sobre todo por el arco del portal.
El puente de Akiso, junto al caserío del mismo nombre, es otro de los elementos que condicionan el desarrollo de esta entidad. Se construyó en el siglo XVI, en sustitución de otro de madera, que cíclicamente era arrastrado por las ríadas.
Templo de una sola nave de dos tramos y ábside ochavado. Cubierta con bovedas de crucería decoradas que apoyan en ménsulas góticas. Acceso a través de portada en arco ligeramente apuntado con tres arquivoltas (siglo XIII), protegida por un pórtico cerrado que sirve a la vez de acceso a la casa cural.
En Garagartza están las cuevas más famosas del municipio de Arrasate. Entre todas destaca la cueva de Lezetxiki. Jose Miguel de Barandiaran encontró en esta cueva el resto humano más antiguo de Euskal Herria.
Es una construcción de la década de los ochenta, tras la recuperación y reutilización integral de los materiales y elementos singulares de dos caseríos, de los siglos XVIII-XIX, desaparecidos en el Alto Deba. En su fachada principal luce un histórico Reloj de Sol y en su fachada Norte una ventana de arco Conopial.
Tiene valor histórico. En el lugar que ocupa el actual caserío estuvo la Casa-torre de los Báñez de Artazubiaga, que por no sufrir la opresión y las arbitrariedades del Conde de Oñate, prendieron fuego a su Casa-torre y se refugiaron en Mondragón, villa de realengo, construyendo su Palacio en la actual calle Iturriotz Nº 35.
Es una iglesia que casi-casi se sitúa en el límite de Zubillaga, en la cuenca del río Urkulu. Forma conjunto con el caserío del mismo nombre. Parece ser que es una de la Iglesias más viejas de los alrededores, del siglo XIV. La imágen de Andre Mari de Ergiña, también conocida como Andre Mari Zuri, ocupa el sitial de honor en el centro del altar y se trata de una talla medieval, de madera policromada, llena de encantadora gracia rústica. Ha sido una imágen de gran devoción, de modo que en tiempos de sequía los creyentes de Bedoña la tienen en cuenta y también las mujeres durante sus embarazos.
Antaño pasaba por allí el “Erregebide” o calzada empedrada que unía Zubillaga con Arrasate, construido el año 1.347, para que viajara el Rey Enrique II desde Oñate a Arrasate.
También pasa por aquí el sendero PR-GI 91 (Zaldibar + Bedoña + San Andres).
Su existencia se remonta a la Edad Media, habiéndose conservado restos de esa época en la Iglesia de Santa Eulalia. Concretamente, son dos ventanas románicas las que pueden observarse en uno de los muros exteriores del edificio, en la fachada oeste. Esta iglesia fue construida sobre un castillo o casa torre antigua y también destaca la decoración de cielo estrellado en sus bóvedas.
Bedoña disfruta de una de las vistas más atractivas del entorno, gozando de un paisaje excepcional ya que desde este barrio se divisa todo el valle de Léniz.