El suelo es de cemento y el techo de madera. Al lado de la Epístola hay un cuadro de la Virgen María y en la parte del Evangelio, uno del Sagrado Corazón.
La Historia de San Juan ha quedado unida a la tradición que se ha vivido en torno a sus ermitas. Se tienen noticias, por el testamento de Estivariz Munabe, de la ermita de Santa Cruz de Irazabal a mediados del S.XVI, por el año 1548. El libro de cuentas se guardó en el caserío Irazabalbeitia y desapareció durante la Guerra del 36.