Caminos de antaño, utilizados por nuestros antepasados, los tienes a tu disposición. Si quieres revivir nuestro pasado, este es tu sitio.
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Es un recorrido circular, que recorre los núcleos rurales de Goiauzoa, Agirre y Harane de Bergara. Esta señalizado con marcas blancas y verdes, y recorre interesantes rincones naturales del municipio: San Marcial, la Cruz de Surra, el Horreo de Agirre y la vía ferroviaria de "Ferrocarriles Vacongados" (Durango-Zumarraga). La vía ferroviaria de "Ferrocarriles Vascongados" y la vía ferroviaria de "Vasco-Navarro" (Bergara-Gasteiz-Lizarra) se cruzaban en Mekolalde.
Subida a Intxorta. En este recorrido tendremos a la vista los montes de Bizkaia y Gipuzkoa: Udalatx, Anboto, Urkiola, etab. Es de destacar la vegetación de aquí, sobre todo los hayedos.
En este recorrido subiremos al monte más conocido de Aretxabaleta, Kurtzebarri. Desde aquí hay unas excelentes vistas de la comarca de Debagoiena.
Desde la cima del montículo Kurtzetxiki se puede disfrutar de las maravillosas vistas panorámicas.
Este recorrido une los barrios de Bedoña y Oro.
A pesar de que en este itinerario la protagonista es la naturaleza, sobre todo los bosques (hayedos, alerces, los únicos tejos que hay en el pueblo...), no hay que desestimar los vestigios arqueológicos: túmulos. A nivel etnográfico, por su parte, encontramos las últimas calzadas viejas a punto de desaparecer, los mojones entre Oñati-Legazpi-Urretxu-Antzuola...
Este itinerario nos ofrece la oportunidad de conocer los barrios de Uzarraga y Galartza. Tendremos la oportunidad de observar los caseríos más cercanos a Bergara, pero dentro del municipio de Antzuola.
Siguiendo las aguas del " Angiozar-erreka" se han localizado y estudiado por José Miguel de Barandiarán una ruta de molinos, que tuvieron gran importancia en otros tiempos, y hoy por su valor histórico.
La antigua vía ferroviaria atraviesa todos los barrios menos Irimo Barrena y Galartza.
Itinerario clásico que nos ofrece amplias panorámicas de la villa de Oñati. Comenzando en el casco histórico pasa a los barrios más rurales, descubriendo los abundantes tesoros naturales y etnográficos.